De vez en cuando tenemos la suerte de toparnos con libros, películas o canciones que logran movernos por dentro y despiertan en nosotros una energía especial. Al acabar de leerlo, verlo, o escucharlo el cuerpo nos pide marcha: cruzarse el mundo en bicicleta, escribirle por fin una carta a esa chica del instituto o ponerse en pie y rebelarse contra las injusticias… Yo lo achaco a que son capaces de tratar los grandes temas de manera sencilla, directa y original. Aún más de vez en cuando hay artículos en la prensa que también merecen ser elevados a esa categoría.
Hace unos días el periodista inglés George Monbiot publicó dos artículos consecutivos en The Guardian. En ellos, Monbiot aprovecha el tema de los acuerdos comerciales (EPAs) que la Unión Europea está negociando con los países de África, Caribe y Pacífico (ACP) para hablar, en definitiva, de las injustas relaciones Norte-Sur y de la pobreza y la miseria que estas provocan.
Sin faltar a la verdad Monbiot se permite simplificar algunos mensajes con el loable fin de hacer asequibles al público general temas graves y complicados. Temas en los que Oxfam lleva trabajando ya muchos años.
Nos cuenta Monbiot, por ejemplo, cuánto se parece la actitud de la UE en estas negociaciones al espíritu que regía las relaciones entre las colonias europeas y sus colonias en el siglo XXI.
También cuenta que en caso de que las negociaciones prosperen en los términos que se conocen hasta ahora, los países ACP perderán gran parte de la flexibilidad necesaria para poner en marcha políticas orientadas a proteger a sus economías, a reducir la vulnerabilidad de su población y a prevenir crisis como la alimenticia de los últimos meses. La UE, en un ejercicio extraordinario de hipocresía, sigue persiguiendo la rápida liberalización de las economías más pobres cuando ni es ese el camino que sus países emplearon para llegar a donde están ni es lo que ellos están dispuestos a hacer en temas tan sensibles como las subvenciones agrícolas o el movimiento internacional de trabajadores.
Aunque todos estos temas requieren de sesudos estudios para entenderlos en profundidad, no debiera hacer falta mucho más que un par de artículos como éstos para provocar la indignación y el enfado de los europeos contra los gobernantes que nos representan.
En estos días en los que están saliendo a la luz las repercusiones que puede tener para la sociedad en general un modelo económico que no pone límite alguno a las aspiraciones de enriquecimiento rápido de unos pocos, puede ser una buena ocasión para pararnos a hacer el paralelismo con la postura de los países ricos en sus relaciones comerciales con el mundo en desarrollo. ¿A quiénes benefician? ¿Cuáles son sus repercusiones en el largo plazo? ¿Tendrán que disculparse y recular una vez que el daño ya esté hecho...?
No conocía de antes a George Monbiot. Habrá que seguirle la pista. Ojalá fuera más común el encontrarnos con periodistas así: bien informados y diciendo verdades como puños.
Os recomiendo su lectura y os animo a que continuéis el debate en este foro. Estos son los links para acceder a los artículos (en inglés): primer artículo y segundo artículo.
Un saludo,
Javier Pérez
La pobreza y la desigualdad son problemas complejos, pero no inevitables. Una sociedad bien informada puede provocar la transformación económica y política que pondrá fin a la pobreza. Este blog, elaborado por el área de investigaciones de Intermón Oxfam, quiere contribuir a ese debate: proponer reflexiones e ideas sobre la globalización y el desarrollo, y escuchar lo que otros tienen que decir.
lunes, 22 de septiembre de 2008
George Monbiot o el verbo afilado
Etiquetas:
Negociaciones comerciales
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1 comentario:
Gracias Javi por traernos a Georges Monbiot a la actualidad del blog. Fue el primer periodista en hablar con seriedad del cambio climático en el Reino Unido, aún a riesgo de ser tachado de "ecologista histérico" o de "Heidi ingenua". Hasta que llegó Stern y la cosa se expresó en cifras económicas, claro... Profesionales comprometidos con su tiempo, ojo avizor a las cuestiones importantes (que a menudo son inconvenientes). Lástima que esa especie escasee en los medios.
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