Ocurrió hace un mes y me pilló en plena mudanza trasatlántica, pero me quedé con las ganas de comentar el penúltimo fiasco de las negociaciones comerciales en la OMC (Organización Mundial del Comercio). Las razones de este fracaso no merecen demasiados comentarios. Es lo que el periodista del FT Alan Beattie denomina ‘el día de la marmota’ en referencia a aquella película de Bill Murray en la que el protagonista se levanta cada mañana en el mismo día: en un ambiente completamente enrarecido por siete años largos de negociaciones, los países ricos presentaron las mismas propuestas mediocres a un mundo en desarrollo que ha cambiado sin que Europa y EEUU parezcan haberse enterado. Es la misma situación que se repite cada dos años desde 2003, y con el mismo resultado. Pero recordé la importancia de este asunto charlando con Mamo Mihretu, uno de los responsables del Ethiopia WTO Project, que se ocupa de impulsar desde el Gobierno etíope la incorporación de este país a la OMC.
Mamo describe un panorama simple, pero demoledor: el fracaso de las negociaciones en la OMC ha retrasado la incorporación de Etiopía a una institución de la que dependen los ingresos de millones de agricultores pobres. Etiopía, como muchos otros pequeños países en desarrollo, se ha visto en la obligación de buscar un acuerdo con la UE en las negociaciones de los EPA (Acuerdos Económicos de Partenariado), en las que Europa impone un trato recíproco a países de capacidades y niveles de desarrollo profundamente diferentes (puedes consultar los detalles de esta situación en el documento de Oxfam Socios o rivales). Escribo estas líneas mientras escucho el discurso de aceptación de John McCain en la convención republicana de Saint Paul. En lo que toca a un futuro comercio con justicia, el panorama es inquietante: a la hora de enfrentarse a los grandes retos globales, la oferta republicana es aterradora. Por ejemplo, la candidata a vicepresidenta, Sarah Palin, ha dejado claro que desconfía de las teorías que responsabilizan al ser humano del cambio climático (y al mono de la evolución, todo sea dicho). Como señala Lluis Bassets en una estupenda entrada en su blog de hoy (Dos tazas), el ‘ticket’ McCain Palin corre el riesgo de sobrepasar por la derecha a Bush en varios de los asuntos principales a los que nos enfrentamos. Pero, francamente, dudo que con Obama las perspectivas de un acuerdo justo en la OMC sean mejores que con McCain. El partido demócrata ha estado tradicionalmente vinculado a los mismos sindicatos que se oponen a un comercio más abierto que desplace lo que queda de la producción industrial a los países en desarrollo (mucho más en período de recesión económica). Por si fuera poco, Obama busca un vuelco en algunos estados rurales del sur tradicionalmente republicanos, pero que cuentan con una importante población afroamericana. Será difícil que alcance la presidencia si sugiere recortar las ayudas a la agricultura o el programa de producción de biodiesel. Al menos podríamos encontrar soluciones imaginativas para dar buen uso a la OMC, como la propuesta de Stiglitz de utilizar su mecanismo sancionador para castigar las emisiones contaminantes de los EEUU...
Desde Boston, Gonzalo Fanjul
La pobreza y la desigualdad son problemas complejos, pero no inevitables. Una sociedad bien informada puede provocar la transformación económica y política que pondrá fin a la pobreza. Este blog, elaborado por el área de investigaciones de Intermón Oxfam, quiere contribuir a ese debate: proponer reflexiones e ideas sobre la globalización y el desarrollo, y escuchar lo que otros tienen que decir.
jueves, 4 de septiembre de 2008
El día de la marmota
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Negociaciones comerciales
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2 comentarios:
¡Hola Gonzalo! Si me lo permites te voy a reenviar una pregunta que hice ayer mismo a María Hidalgo pero que no ha tenido tiempo de responderme y que viene a colación.
Si la UE logra algo a través de los Acuerdos de Asociación, ¿qué sucede con las futuras negociaciones de la OMC? ¿se habrá limitado su poder de acción, o tendrá la OMC poder para rectificar lo negociado bilateralmente?
...dudas que me acosan como ingnorante de economía. Por cierto, aunque normalmente no comente os sigo vía RSS. ¡Genial el blog!
Un abrazo
Hola, Carlos. Disculpa que no haya visto antes tu comentario. No estamos muy acostumbrados todavía... La respuesta a tu pregunta se la dio a Carlos Galián hace algún tiempo uno de los negociadores centroamericanos que tuvieron que tragar con el CAFTA (el equivalente estadounidense de los acuerdos que propone ahora la UE): “Una vez que hayamos firmado este acuerdo la OMC tendrá para nosotros la misma importancia que la UNESCO”. Pues eso.
Gonzalo
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