La pobreza y la desigualdad son problemas complejos, pero no inevitables. Una sociedad bien informada puede provocar la transformación económica y política que pondrá fin a la pobreza. Este blog, elaborado por el área de investigaciones de Intermón Oxfam, quiere contribuir a ese debate: proponer reflexiones e ideas sobre la globalización y el desarrollo, y escuchar lo que otros tienen que decir.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Coherencia e Inmigración

Ayer 24 de Febrero, inicié el proceso para optar por la Nacionalidad Española. Al llegar al Registro Civil una huelga amenazaba la posibilidad de hacer mi trámite. Me asusté, como siempre, cuando voy a hacer algo relacionado con mi residencia en este país. De pronto, me tranquilicé, un papelito que llevaba encima decía que tenía una cita este día! Hoy ¡! Tenía algo más que la razón para discutir con los policías que resguardaban la entrada del registro. El 05 de Febrero del año pasado, me dieron ese papel, hace más de un año.

Una vez adentro del edificio, una vez que pasé la prueba de que no me faltase una copia, un dato, cualquier cosa que complicara la cosa (como suele pasar)… me sentí feliz. Pensé que ha sido una posibilidad magnífica el poder escoger un lugar donde estar, ahora que soy una persona más consciente de mis expectativas de la vida. Pero también pensé en los costes… Pensé que no basta con la buena voluntad en una política migratoria seria, se requiere de mucho más que eso. Los que tratan cara a cara a los ciudadanos deben entender desde lo más profundo de sus entrañas, que una vez adquirido ese derecho, no se trata de generar tensión en cada etapa del camino. Es innecesario y deja marcas.

Jamás, para ser honesta, he sentido un trato demasiado discriminatorio pero tampoco un funcionario me hizo sentir bienvenida. No los culpo, muchas veces los mensajes que les llegan son demasiado contradictorios. Ayer de hecho, al terminar el día… me senté en un bar. Al llegar, sentí tensión en el ambiente. Un hombre de unos cincuenta años discutía con el dueño del local acaloradamente. Una mujer asiática le obstaculizaba la salida. El señor era español y no podía pagar la cuenta. Llegó la policía, que amablemente escuchó al hombre y sus razones, éste argumentaba entre otras cosas que los albergues son solo para inmigrantes, que esto y que aquello... Me dio pena y me pregunté si el trato de estos policías hubiese sido igual con una persona de otra nacionalidad, un sospechoso “sin papeles”por defecto. No puedo asegurar lo uno o lo otro. Es un poco lotería, no es una política… y creo que eso es parte del problema.

Al final, para bien de todos, un amable argentino le pagó la cuenta.

Deborah Itriago

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola amiga deborah... me habia preguntado hace algunos dias que habia sido de tu vida y ya veo que estas en españa. Marcos Jimenez compañero de Universidad en Unitec. Si lees esto este es mi correo. bemj25@hotmail.com
Por cierto excelente reflexion. ...

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