John Thornhill, editor para Europa del Financial Times, dice en su columna de ayer (Europe’s socialists should look to Obama):
In the 85 legislative elections in Europe over the past decade the political right has won 52.4 per cent of the vote, with the left accounting for 44.5 per cent. In 2007 the right was in power in 16 of the European Union’s 27 member states. While many socialist leaders floundered to rethink their economic strategy, they channelled their radicalism into socio-cultural reforms. Student leaders of the 1968 generation who often emerged to run these parties championed issues such as gender equality, gay marriage and environmentalism.
Valid though these campaigns may have been, they were not the main focus of most working-class male voters who provided the bedrock of socialist parties during the 20th century. But these voters’ core concern – preserving their jobs and income – presented socialist parties with a big strategic conundrum. Should socialist parties be about defending the jobs and privileges of “insiders” in the workplace, particularly in the public sector? Or should they be about opening up opportunities for the “outsiders”, very often immigrants, part-time workers and women?
La pregunta no puede ser más relevante. De hecho, creo que su importancia va mucho más allá de los partidos políticos: ¿existe un modelo sindical que proteja, por ejemplo, los derechos de las empleadas del hogar inmigrantes? ¿podemos las ONG sostener una distinción cada vez más artificial entre la pobreza de 'dentro' y la pobreza de 'fuera'?
Los ámbitos de interés público en los que estas fronteras se han difuminado son cada vez más numerosos: inmigración, cambio climático o seguridad son sólo tres ejemplos. Cada uno de ellos exige medidas que contemplen los intereses ajenos, porque sólo de este modo se podrán atender adecuadamente los propios.
Y eso nos devuelve a la pregunta original: ¿tenemos los líderes que necesitamos?
Gonzalo Fanjul, desde Boston
Leer más...
La pobreza y la desigualdad son problemas complejos, pero no inevitables. Una sociedad bien informada puede provocar la transformación económica y política que pondrá fin a la pobreza. Este blog, elaborado por el área de investigaciones de Intermón Oxfam, quiere contribuir a ese debate: proponer reflexiones e ideas sobre la globalización y el desarrollo, y escuchar lo que otros tienen que decir.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
martes, 25 de noviembre de 2008
¿Gana el desarrollo con el nuevo equipo económico de Obama?
Nancy Birsdall, directora del Center for Global Development, piensa que sí. Esto es parte de una entrada en su blog de ayer:
We at CGD warmly welcome president-elect Barack Obama's appointments of Timothy Geithner as Secretary of Treasury and Lawrence Summers to head the National Economic Council. Both are members of the CGD Board of Directors. It reflects the fact that both are tremendously knowledgeable about the problems and challenges faced by the world's poor and are committed to policies to help address those problems -- both in the interests of the poor in the developing world and of the United States itself. That can only be a good thing at a time when the U.S. economy hangs by a thread -- and the thread is sustained and inclusive of growth in developing and emerging market economies such as China, India, and Brazil.
Veremos. Lo primero que habrá que preguntarse es cuánta atención pueden prestar a cualquier asunto que no sea la calamitosa economía americana. Geithner y Summers serán los primeros en poner dificultades al compromiso electoral de doblar la ayuda estadounidense al desarrollo, por ejemplo.
Pero no todo depende del presupuesto. Otros asuntos fundamentales, como la reforma de la arquitectura financiera internacional, necesitarán de la independencia de criterio que ofrece alguien como Larry Summers, y eso es algo que importa mucho al mundo en desarrollo. Y, según Birsdall, también podríamos esperar sorpresas en materia de política migratoria.
Demasiado bueno para creerlo.
Gonzalo Fanjul, desde Boston
Leer más...
We at CGD warmly welcome president-elect Barack Obama's appointments of Timothy Geithner as Secretary of Treasury and Lawrence Summers to head the National Economic Council. Both are members of the CGD Board of Directors. It reflects the fact that both are tremendously knowledgeable about the problems and challenges faced by the world's poor and are committed to policies to help address those problems -- both in the interests of the poor in the developing world and of the United States itself. That can only be a good thing at a time when the U.S. economy hangs by a thread -- and the thread is sustained and inclusive of growth in developing and emerging market economies such as China, India, and Brazil.
Veremos. Lo primero que habrá que preguntarse es cuánta atención pueden prestar a cualquier asunto que no sea la calamitosa economía americana. Geithner y Summers serán los primeros en poner dificultades al compromiso electoral de doblar la ayuda estadounidense al desarrollo, por ejemplo.
Pero no todo depende del presupuesto. Otros asuntos fundamentales, como la reforma de la arquitectura financiera internacional, necesitarán de la independencia de criterio que ofrece alguien como Larry Summers, y eso es algo que importa mucho al mundo en desarrollo. Y, según Birsdall, también podríamos esperar sorpresas en materia de política migratoria.
Demasiado bueno para creerlo.
Gonzalo Fanjul, desde Boston
Leer más...
Etiquetas:
Crisis financiera,
Elecciones USA
Más sobre la reforma de la PAC
Nota de Europa Press acerca del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE:
El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, destacó hoy que la revisión de la Política Agrícola Común (PAC) aprobada el pasado jueves en el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea se ha acometido desde una "extrema prudencia", con el objetivo de "legitimar más y consolidar" esta política, sin entrar en un proceso de "incertidumbre o desmantelamiento".
En otras palabras, vuelta a la casilla cero. El enésimo Día de la Marmota en el que los gobiernos europeos convierten la fanfarria de la reforma de la PAC en más de lo mismo.
Con las medidas aprobadas en el llamado Health Check Europa insiste en unas políticas injustas e ineficaces, que no resuelven el gran dilema de la PAC: Ni mercado (porque sólo la Comisión Europea es capaz de tragarse que un sector protegido con cerca de 50.000 millones de euros anuales es un sector 'atento a las señales del mercado'), ni medio rural (porque se perpetúa un modelo que castiga a las explotaciones familiares y a quienes sostienen la economía rural).
Lo verdaderamente extraordinario es que esto esté durando tanto tiempo. La única explicación es la falta de transparencia que ha rodeado a la PAC durante décadas. Los Gobiernos europeos (España entre ellos) se han negado a publicar información que era de estricto interés público, secuestrando un debate que necesitamos desde hace años.
Afortunadamente, esto está cambiando gracias al liderazgo de algunos países (como Dinamarca, Holanda o Austria) y al empeño de la sociedad civil. La iniciativa Farmsubsidy.org cuelga en su página regularmente toda la información disponible acerca de las ayudas agrarias, y permite acceder a ella de forma rápida y eficaz (prueba a buscar el nombre de un individuo o una compañía en su base de datos). Si todo va bien, lograrán la misma transparencia que ya se ha logrado en los EEUU, donde el Environmental Working Group (financiado, entre otros, por Oxfam) informa el debate público con su espléndida base de datos.
Gonzalo Fanjul, desde Boston
Leer más...
El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, destacó hoy que la revisión de la Política Agrícola Común (PAC) aprobada el pasado jueves en el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea se ha acometido desde una "extrema prudencia", con el objetivo de "legitimar más y consolidar" esta política, sin entrar en un proceso de "incertidumbre o desmantelamiento".
En otras palabras, vuelta a la casilla cero. El enésimo Día de la Marmota en el que los gobiernos europeos convierten la fanfarria de la reforma de la PAC en más de lo mismo.
Con las medidas aprobadas en el llamado Health Check Europa insiste en unas políticas injustas e ineficaces, que no resuelven el gran dilema de la PAC: Ni mercado (porque sólo la Comisión Europea es capaz de tragarse que un sector protegido con cerca de 50.000 millones de euros anuales es un sector 'atento a las señales del mercado'), ni medio rural (porque se perpetúa un modelo que castiga a las explotaciones familiares y a quienes sostienen la economía rural).
Lo verdaderamente extraordinario es que esto esté durando tanto tiempo. La única explicación es la falta de transparencia que ha rodeado a la PAC durante décadas. Los Gobiernos europeos (España entre ellos) se han negado a publicar información que era de estricto interés público, secuestrando un debate que necesitamos desde hace años.
Afortunadamente, esto está cambiando gracias al liderazgo de algunos países (como Dinamarca, Holanda o Austria) y al empeño de la sociedad civil. La iniciativa Farmsubsidy.org cuelga en su página regularmente toda la información disponible acerca de las ayudas agrarias, y permite acceder a ella de forma rápida y eficaz (prueba a buscar el nombre de un individuo o una compañía en su base de datos). Si todo va bien, lograrán la misma transparencia que ya se ha logrado en los EEUU, donde el Environmental Working Group (financiado, entre otros, por Oxfam) informa el debate público con su espléndida base de datos.
Gonzalo Fanjul, desde Boston
Leer más...
Etiquetas:
Política Agraria
domingo, 23 de noviembre de 2008
Europa afronta con coraje la reforma de su política agraria
Los ministros de agricultura de la UE han decidido poner coto al injusto reparto de los subsidios agrarios: a partir de 2012 los grandes terratenientes verán reducidas sus ayudas... un 5%.
Ahí queda eso.
Quedamos a la espera de que se ocupen del 95% restante. Mientras tanto, nos reconforta saber que las nuevas ayudas están amparadas por las mismas reglas de la OMC que la UE se encargó de redactar. No es difícil imaginar el alivio que estas declaraciones habrán provocado en el mundo en desarrollo.
(Va a hacer falta algo más que Obama para reencarrilar las desgraciadas negociaciones de la Ronda de Doha).
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
Ahí queda eso.
Quedamos a la espera de que se ocupen del 95% restante. Mientras tanto, nos reconforta saber que las nuevas ayudas están amparadas por las mismas reglas de la OMC que la UE se encargó de redactar. No es difícil imaginar el alivio que estas declaraciones habrán provocado en el mundo en desarrollo.
(Va a hacer falta algo más que Obama para reencarrilar las desgraciadas negociaciones de la Ronda de Doha).
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
Etiquetas:
Comercio,
Política Agraria
viernes, 21 de noviembre de 2008
150 años después, la revancha
Me he topado hace poco con estos tres mapas que cuentan una interesante historia. El primero de ellos refleja, por condados y sobre un mapa parcial de EEUU, el voto demócrata (azul) y el republicano (rojo) en las elecciones de este pasado noviembre. El segundo es una distribución de las zonas de producción de algodón en los EEUU a mediados del siglo XIX.

Lo curioso de este asunto es que, como muestra este tercer mapa superpuesto, existe una correlación notable entre ambas imágenes. De hecho, sus autores explican porqué: las zonas de producción de algodón fueron pobladas en su momento por numerosos grupos de esclavos negros, muchos de los cuáles permanecieron en esas regiones. Los descendientes de esos esclavos son los que han contribuido ahora a la elección del primer presidente negro de los EEUU: From pickin´cotton to pickin´votes, reza el ilustrativo título de esta página.

Al ver estos mapas recordaba el espléndido libro de Adam Hochschild, Enterrad las cadenas, en el que relata el movimiento internacional que provocó la abolición de la esclavitud hace casi dos siglos. Escrito casi como una novela, este libro describe lo que en la práctica constituye la primera gran campaña internacional de la sociedad civil. No deja de ser irónico que la elección de Obama nos devuelva ahora a este viejo asunto.
(Hochschild ha escrito otras cosas interesantes, alguna sobre África. Pero ninguna como El fantasma del Rey Leopoldo, que cuenta la fascinante historia de la primera y única colonia que ha sido propiedad privada de un individuo. No dejes de leerlo).
Gonzalo Fanjul, desde Boston.
Leer más...

Lo curioso de este asunto es que, como muestra este tercer mapa superpuesto, existe una correlación notable entre ambas imágenes. De hecho, sus autores explican porqué: las zonas de producción de algodón fueron pobladas en su momento por numerosos grupos de esclavos negros, muchos de los cuáles permanecieron en esas regiones. Los descendientes de esos esclavos son los que han contribuido ahora a la elección del primer presidente negro de los EEUU: From pickin´cotton to pickin´votes, reza el ilustrativo título de esta página.

Al ver estos mapas recordaba el espléndido libro de Adam Hochschild, Enterrad las cadenas, en el que relata el movimiento internacional que provocó la abolición de la esclavitud hace casi dos siglos. Escrito casi como una novela, este libro describe lo que en la práctica constituye la primera gran campaña internacional de la sociedad civil. No deja de ser irónico que la elección de Obama nos devuelva ahora a este viejo asunto.
(Hochschild ha escrito otras cosas interesantes, alguna sobre África. Pero ninguna como El fantasma del Rey Leopoldo, que cuenta la fascinante historia de la primera y única colonia que ha sido propiedad privada de un individuo. No dejes de leerlo).
Gonzalo Fanjul, desde Boston.
Leer más...
El milagro “low cost”, o como consumir más en tiempos de crisis
No por ser un tópico, deja de ser cierto que tras cada crisis se esconde una oportunidad. Y en esta crisis económica algunos quisimos ver la oportunidad de repensar nuestro patrón de consumo desmedido, de preguntarnos si realmente necesitamos todo aquello de lo que nos hemos rodeado, de buscar un rumbo algo más racional que no siga poniendo en riesgo nuestro planeta y arrastrándonos hacia un mundo cada día más desigual.
Pero con propuestas como las que nos hacen desde el artículo "Low cost: la revolución que vino del cielo” del suplemento de El País del pasado domingo, se nos induce a todo lo contrario. Señoras y señores, ustedes sigan consumiendo, pero busquen lo más barato: el milagro "low cost" ha llegado para ayudarles. Incluso llega a decirnos que estamos ante una “revolución muy democrática, pues se puede comprar más que nunca".
Y para ser de más ayuda nos dan unos cuantos ejemplos. Por qué no, podemos tomar un vuelo barato, comer en Roma el día de Nochevieja y estar a tiempo de vuelta en casa para tomar las uvas. O comprar una camiseta por menos de un euro (confeccionada en Bangladesh). O conseguir un vuelo por sólo ocho euros. ¿Tiene esto algún sentido? ¿Qué costes ambientales y sociales se ocultan detrás de estos precios?
Cada día, los derechos humanos y laborales se pisotean en muchos lugares para producir lo que compramos a precios de risa. La lucha contra el calentamiento global es más urgente que nunca, y en el sector de la aviación las emisiones de gases de efecto invernadero crecen más rápido que en cualquier otro.
Como consumidores privilegiados con oportunidad de escoger tenemos un gran poder, y también una gran parte de responsabilidad. Tratar de racionalizar nuestro consumo será bueno para nuestro bolsillo y también para el equilibrio del planeta. El objetivo no debería ser, en ningún caso, "comprar más que nunca".
Pues de poco servirá salir de esta crisis económica si nos olvidamos de otras crisis humanas y ambientales de consecuencias probablemente mucho más graves.
Arantxa Guereña
Leer más...
Pero con propuestas como las que nos hacen desde el artículo "Low cost: la revolución que vino del cielo” del suplemento de El País del pasado domingo, se nos induce a todo lo contrario. Señoras y señores, ustedes sigan consumiendo, pero busquen lo más barato: el milagro "low cost" ha llegado para ayudarles. Incluso llega a decirnos que estamos ante una “revolución muy democrática, pues se puede comprar más que nunca".
Y para ser de más ayuda nos dan unos cuantos ejemplos. Por qué no, podemos tomar un vuelo barato, comer en Roma el día de Nochevieja y estar a tiempo de vuelta en casa para tomar las uvas. O comprar una camiseta por menos de un euro (confeccionada en Bangladesh). O conseguir un vuelo por sólo ocho euros. ¿Tiene esto algún sentido? ¿Qué costes ambientales y sociales se ocultan detrás de estos precios?
Cada día, los derechos humanos y laborales se pisotean en muchos lugares para producir lo que compramos a precios de risa. La lucha contra el calentamiento global es más urgente que nunca, y en el sector de la aviación las emisiones de gases de efecto invernadero crecen más rápido que en cualquier otro.
Como consumidores privilegiados con oportunidad de escoger tenemos un gran poder, y también una gran parte de responsabilidad. Tratar de racionalizar nuestro consumo será bueno para nuestro bolsillo y también para el equilibrio del planeta. El objetivo no debería ser, en ningún caso, "comprar más que nunca".
Pues de poco servirá salir de esta crisis económica si nos olvidamos de otras crisis humanas y ambientales de consecuencias probablemente mucho más graves.
Arantxa Guereña
Leer más...
Etiquetas:
Crisis financiera
jueves, 20 de noviembre de 2008
Monos, bosques y crecimiento económico
Varios investigadores del Center for International Development (CID) de la Universidad de Harvard -liderados por Ricardo Hausmann- están desarrollando una fascinante derivación de las teorías que vinculan el comercio con el crecimiento económico.
Su punto de partida parece casi una obviedad: lo que exportas, cuenta. Dicho de otro modo, los países de riqueza menor se irán acercando a los países más desarrollados si producen y exportan lo mismo que éstos. La sofisticación de las exportaciones actúa entonces como un generador de innovación, capacidades e inversión, que acaban arrastrando al conjunto de la economía hacia espacios más rentables del mercado.
Para ilustrar su tesis, los economistas del CID han colaborado con un físico, César Hidalgo, que ha elaborado para ellos el mapa del 'espacio productivo'. Este mapa muestra la distribución de los diferentes sectores productivos de acuerdo a las capacidades que requiere cada uno de ellos. De este modo es posible ubicar las empresas de un país en el mapa y determinar si las capacidades con las que cuentan les permitirían ir trasladándose hacia zonas más rentables del mapa.
Ésta es Bolivia, por ejemplo, en el año 2000 (más abajo indico dónde encontrar mapas de excelente calidad):

En su analogía, Hausmann utiliza la figura de los 'monos' para hablar de las empresas de un determinado país, y de 'árboles' para denominar a las industrias del espacio productivo. Los monos están señalados con cuadrados (más o menos grandes dependiendo de su importancia relativa en la economía nacional) y las industrias con círculos (que son más oscuros cuanto más rentables). Si miramos el mapa de arriba, los monos de Bolivia se encuentran concentrados en pocas y remotas regiones del mapa (hidrocarburos y textiles, fundamentalmente), por lo que tienen pocas posibilidades de 'saltar' a otros árboles más rentables. Esto significa que sus capacidades no son muy útiles para producir lo que producen los países más ricos.
De ser ciertas, las ideas de Hausmann y sus colegas suponen un refinamiento de la teoría clásica del comercio y de las recetas económicas que se han aplicado como una plantilla durante los últimos treinta años: en primer lugar, y a riesgo de disgustar a Adam Smith, un país no debe especializarse en lo que hace bien, sino en lo que hacen bien aquellos a los que las cosas les han ido mucho mejor. Segundo, el desarrollo de las capacidades que permitirán exportar productos más sofisticados difícilmente caerá del cielo; es imprescindible contar con una política industrial pública que sea activa e inteligente.
Y tercero: no hay recetas. Lo que es bueno para un país puede resultar letal para otro, porque sus capacidades están condicionadas por variables tecnológicas, geográficas y humanas que varían de un caso a otro. Yo encontré el caso de las industrias de textiles y las de confecciones particularmente ilustrativo. De acuerdo con este enfoque, y en contra de lo que podríamos intuir, las 'capacidades' que son necesarias para producir telas son muy diferentes de las que hacen falta para la industria de la confección (y así está señalado en el mapa), y sería un error empeñarse en que una venga necesariamente después de la otra.
Este resumen de un puñado de párrafos difícilmente hace justicia al fascinante trabajo de los economistas del CID. Si te interesa, puedes encontrar todos los materiales en su página web, además de una relación amplia de mapas por país (y año) en la página creada por César Hidalgo. Esta página también incluye una explicación pormenorizada de los mapas, que permite al lector jugar con ellos observando los detalles y analizando la evolución de cada país.
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
Su punto de partida parece casi una obviedad: lo que exportas, cuenta. Dicho de otro modo, los países de riqueza menor se irán acercando a los países más desarrollados si producen y exportan lo mismo que éstos. La sofisticación de las exportaciones actúa entonces como un generador de innovación, capacidades e inversión, que acaban arrastrando al conjunto de la economía hacia espacios más rentables del mercado.
Para ilustrar su tesis, los economistas del CID han colaborado con un físico, César Hidalgo, que ha elaborado para ellos el mapa del 'espacio productivo'. Este mapa muestra la distribución de los diferentes sectores productivos de acuerdo a las capacidades que requiere cada uno de ellos. De este modo es posible ubicar las empresas de un país en el mapa y determinar si las capacidades con las que cuentan les permitirían ir trasladándose hacia zonas más rentables del mapa.
Ésta es Bolivia, por ejemplo, en el año 2000 (más abajo indico dónde encontrar mapas de excelente calidad):

En su analogía, Hausmann utiliza la figura de los 'monos' para hablar de las empresas de un determinado país, y de 'árboles' para denominar a las industrias del espacio productivo. Los monos están señalados con cuadrados (más o menos grandes dependiendo de su importancia relativa en la economía nacional) y las industrias con círculos (que son más oscuros cuanto más rentables). Si miramos el mapa de arriba, los monos de Bolivia se encuentran concentrados en pocas y remotas regiones del mapa (hidrocarburos y textiles, fundamentalmente), por lo que tienen pocas posibilidades de 'saltar' a otros árboles más rentables. Esto significa que sus capacidades no son muy útiles para producir lo que producen los países más ricos.
De ser ciertas, las ideas de Hausmann y sus colegas suponen un refinamiento de la teoría clásica del comercio y de las recetas económicas que se han aplicado como una plantilla durante los últimos treinta años: en primer lugar, y a riesgo de disgustar a Adam Smith, un país no debe especializarse en lo que hace bien, sino en lo que hacen bien aquellos a los que las cosas les han ido mucho mejor. Segundo, el desarrollo de las capacidades que permitirán exportar productos más sofisticados difícilmente caerá del cielo; es imprescindible contar con una política industrial pública que sea activa e inteligente.
Y tercero: no hay recetas. Lo que es bueno para un país puede resultar letal para otro, porque sus capacidades están condicionadas por variables tecnológicas, geográficas y humanas que varían de un caso a otro. Yo encontré el caso de las industrias de textiles y las de confecciones particularmente ilustrativo. De acuerdo con este enfoque, y en contra de lo que podríamos intuir, las 'capacidades' que son necesarias para producir telas son muy diferentes de las que hacen falta para la industria de la confección (y así está señalado en el mapa), y sería un error empeñarse en que una venga necesariamente después de la otra.
Este resumen de un puñado de párrafos difícilmente hace justicia al fascinante trabajo de los economistas del CID. Si te interesa, puedes encontrar todos los materiales en su página web, además de una relación amplia de mapas por país (y año) en la página creada por César Hidalgo. Esta página también incluye una explicación pormenorizada de los mapas, que permite al lector jugar con ellos observando los detalles y analizando la evolución de cada país.
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
Etiquetas:
Comercio,
crecimiento económico
martes, 18 de noviembre de 2008
Países pobres (y vulnerables)
Desde la perspectiva de los países pobres, describir la evolución de la economía durante los últimos dos años es hablar de shocks y de vulnerabilidad.
Para muchas economías de África, Asia y América Latina, la montaña rusa en la que se ha convertido la economía internacional tiene consecuencias que van mucho más allá de las estadísticas. La combinación de economías dependientes (de la ayuda, de la importación de alimentos, de la exportación de un puñado de materias primas) y ausencia de redes de seguridad (bolsas sociales, programas de desempleo, ayuda alimentaria, sostenimiento de precios) supone a menudo un shock que determina durante años la vida de una familia.
A la inestabilidad financiera y comercial se ha unido el fenómeno del calentamiento global, que ha disparado el número de inundaciones, huracanes y tifones, casi siempre en regiones en desarrollo.
La vulnerabilidad (de las familias y de los países) se ha convertido en uno de los grandes temas de debate en las políticas de desarrollo. Y, como en otros casos, las soluciones que se han puesto sobre la mesa apuntan en la dirección contraria a la que hemos ido los últimos treinta años, en donde se ha debilitado el papel del Estado como regulador y proveedor de garantías sociales.
La buena noticia es que todo apunta a un cambio de tendencia, en el que reconsideraremos algunos de los errores pasados. Si te interesa este asunto, te sugiero tres pistas interesantes:
Gonzalo Fanjul, desde Boston
Leer más...
Para muchas economías de África, Asia y América Latina, la montaña rusa en la que se ha convertido la economía internacional tiene consecuencias que van mucho más allá de las estadísticas. La combinación de economías dependientes (de la ayuda, de la importación de alimentos, de la exportación de un puñado de materias primas) y ausencia de redes de seguridad (bolsas sociales, programas de desempleo, ayuda alimentaria, sostenimiento de precios) supone a menudo un shock que determina durante años la vida de una familia.
A la inestabilidad financiera y comercial se ha unido el fenómeno del calentamiento global, que ha disparado el número de inundaciones, huracanes y tifones, casi siempre en regiones en desarrollo.
La vulnerabilidad (de las familias y de los países) se ha convertido en uno de los grandes temas de debate en las políticas de desarrollo. Y, como en otros casos, las soluciones que se han puesto sobre la mesa apuntan en la dirección contraria a la que hemos ido los últimos treinta años, en donde se ha debilitado el papel del Estado como regulador y proveedor de garantías sociales.
La buena noticia es que todo apunta a un cambio de tendencia, en el que reconsideraremos algunos de los errores pasados. Si te interesa este asunto, te sugiero tres pistas interesantes:
- El capítulo 4 de De la pobreza al poder, de nuestro colega Duncan Green, hace un repaso bien informado de los principales dilemas que plantea el riesgo y la vulnerabilidad en los países pobres. En esta página también encontrarás referencias a otros materiales interesantes.
- Para conocer el papel del cambio climático en este debate, no dejes de consultar el Informe sobre Desarrollo Humano 2007-08, editado por el PNUD. Merece la pena leer el espléndido resumen, pero encontrarás más detalles en el capítulo 2.
- El Center Global Development (un think-tank provocativo y recomendable) acaba de publicar un pequeño trabajo en el que analiza el papel que podrían jugar en este asunto los Bancos Multilaterales de Desarrollo, aportando las garantías que no siempre pueden pfrecer los propios Estados. Algo técnico, pero ilustrativo y realista.
Gonzalo Fanjul, desde Boston
Leer más...
Etiquetas:
cambio climático,
Crisis financiera
lunes, 17 de noviembre de 2008
Se trataba de enviar soldados a África, ¿no?
Mientras el alto el fuego en la guerra del Congo pende de un hilo y Naciones Unidas pide de forma desesperada un refuerzo de las tropas de interposición, el Gobierno de España se plantea enviar efectivos... a África occidental. Y es que estamos muy preocupados por el terrorismo, la inmigración ilegal y el tráfico de drogas, y cualquier esfuerzo es poco para combatirlos.
De los 17.000 efectivos militares de la ONU en el Congo, España aporta dos (2) observadores militares.
Sr. Presidente: ¿dónde quedó la responsabilidad de proteger a otros?
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
De los 17.000 efectivos militares de la ONU en el Congo, España aporta dos (2) observadores militares.
Sr. Presidente: ¿dónde quedó la responsabilidad de proteger a otros?
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
Etiquetas:
Congo,
Responsabilidad de proteger
jueves, 13 de noviembre de 2008
Washington, Congo y las lecciones aprendidas
Mientras el mundo entero está pendiente del cataclismo financiero y de la cumbre que tendrá lugar en Washington dentro de pocos días, la región africana de los Grandes Lagos se asoma al precipio de una nueva tragedia humanitaria.
El eterno conflicto del este del Congo, en el que milicias tutsis y hutus se enfrentan a costa de la población civil, amenaza con convertirse (si no lo era ya) en una guerra de proporciones internacionales. Pocos cuestionan ya la permanente injerencia de Ruanda en el Congo, en un tira y afloja que dura desde mediados de los 90. Parapetado por la imagen que ha conseguido construirse en el mundo anglosajón, Paul Kagame justifica estas injerencias en la persecución de los responsables del genocidio de 1994, muchos de los cuáles siguen en activo.
Es muy posible que así sea, pero nada justifica las atrocidades de las milicias amparadas por Kigali, y el riesgo que este conflicto comporta para la estabilidad regional. Como ha denunciado Oxfam recientemente, ambos bandos practican el pillaje, la violación y los asesinatos indiscrimados, provocando el desplazamiento masivo de una población simplemente aterrorizada.
¿Realmente la comunidad internacional es incapaz de atender dos crisis al mismo tiempo? ¿Estamos dispuestos a aceptar el financiamiento masivo de algunas de las instituciones más ricas del planeta mientras nos negamos a cumplir con nuestra responsabilidad de proteger a la población civil africana? ¿No hemos aprendido nada de la indolencia internacional que permitió el genocidio en Ruanda?
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
El eterno conflicto del este del Congo, en el que milicias tutsis y hutus se enfrentan a costa de la población civil, amenaza con convertirse (si no lo era ya) en una guerra de proporciones internacionales. Pocos cuestionan ya la permanente injerencia de Ruanda en el Congo, en un tira y afloja que dura desde mediados de los 90. Parapetado por la imagen que ha conseguido construirse en el mundo anglosajón, Paul Kagame justifica estas injerencias en la persecución de los responsables del genocidio de 1994, muchos de los cuáles siguen en activo.
Es muy posible que así sea, pero nada justifica las atrocidades de las milicias amparadas por Kigali, y el riesgo que este conflicto comporta para la estabilidad regional. Como ha denunciado Oxfam recientemente, ambos bandos practican el pillaje, la violación y los asesinatos indiscrimados, provocando el desplazamiento masivo de una población simplemente aterrorizada.
¿Realmente la comunidad internacional es incapaz de atender dos crisis al mismo tiempo? ¿Estamos dispuestos a aceptar el financiamiento masivo de algunas de las instituciones más ricas del planeta mientras nos negamos a cumplir con nuestra responsabilidad de proteger a la población civil africana? ¿No hemos aprendido nada de la indolencia internacional que permitió el genocidio en Ruanda?
Gonzalo Fanjul, desde Boston Leer más...
Etiquetas:
Africa,
Responsabilidad de proteger
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Los contenidos de este blog son reflexiones personales de los autores, y no necesariamente representan las posiciones de Oxfam. Para conocer nuestras publicaciones y los temas que investigamos, consulta las páginas de Oxfam o de Intermón Oxfam.